
¡Qué ilusión! he pensado al recoger la carta. Por fin una entidad financiera que se preocupa de sus clientes. En efecto, la carta de Cofidis me anuncia que tienen reservados para mí 1.500 €. Y, además, «sin todo aquello que no te gusta».
Por eso se llama «Crédit Sín», haciendo un juego de palabras (algo burdo en mi opinión) entre sí y sin.
Claro que al leer que el crédito viene sin todo aquello que no me gusta he pensado inmediatamente que, como la publicidad, por ley, no puede engañar, tenía que ser un crédito sin intereses (que es precisamente lo que menos me gusta de los créditos). Pero, lamentablemente, no se trataba de eso. Lo que, según Cofidis, no me gusta, lo resumen en cuatro «Sin»:
- «SIN comisiones de estudio, apertura ni cancelación»
- «SIN esperas, en tan solo 24h»
- «SIN largos trámites, te pedimos muchos menos documentos de lo habitual: solo tu DNI y número de cuenta»
- «SIN dar explicaciones innecesarias»
Bien es cierto que el segundo «sin» tiene un asterisco al final en el que añade algún «con». Pero todavía cabía esperar que los intereses fuesen lo más bajos posible. Pero resulta que debajo del primer «sin», en letras más pequeñas, dice: «TAE: 24,51%. Tipo Deudor Anual: 22,12%». Es decir, que los 1.500 € se convierten, tras 41 cuotas, en 2.148,89 €. Es lo que yo llamaría un crédito SIN… vergüenza.
Como complemento, hay un interesante artículo sobre la usura en http://lamarinaplaza.com/2013/03/24/no-pague-mas-del-10-de-interes-es-usura/